Cautivadora e inolvidable.
La inocencia del primer amor se destaca con las notas verdes de la madreselva y el esplendor de una rosa acariciada suavemente por un acorde de malvavisco, como la promesa de una hermosa historia. De fondo, el cálido ámbar aporta un toque de sensualidad, evocando la posibilidad de encontrarse con un alma nueva, por descubrir en profundidad.