Opus XVI comienza con una monumentalidad impresionante: una expresión firme, robusta y audazmente vertical de maderas. Sin embargo, en cuestión de momentos, la fragancia comienza a revelar una riqueza de matices. Las facetas brillantes y amaderadas del ciprés, el cardamomo y el lavandín aportan luminosidad. El incienso, el enebro y el bálsamo de abeto introducen su propia energía cinética única. Finalmente, el palo santo, el sándalo, la madera de cedro y el pachulí consolidan el conjunto con una autoridad inquebrantable: símbolos de una sabiduría que permanece firme y no se deja influenciar por las mareas de las modas cambiantes.
Vasto, monolítico y, sin embargo, siempre accesible, Opus XVI Timber celebra las formas más primarias y naturales del conocimiento ancestral, mientras mantiene una mirada optimista hacia la sabiduría que aún está por adquirirse en el futuro.