Un floral verde decadente y lujoso. Inspirado en un veneno vegetal, sugiere tanto como despierta deseos, revelando una adicción apasionante.
Contraste de sensaciones adictivas pero fatales, el brillo de la mandarina verde, el crujiente de la angélica y la frescura del gálbano se mezclan con deleite en la piel.
Su corazón de Iris florece con elegancia, mientras que el Vetiver y el Pachulí inflaman la fatal atracción de su estela.