Jasmin de Pays

« Mi devoción por el jazmín radica en mi infancia en Grasse. De niño cosechaba los jazmines al amanecer, recogiendo una a una las flores de porcelana blanca, su olor era verde, transparente y embriagador. Al mediodía, el último de los últimos pétalos blancos desprendía un cálido olor a azahar. Por la noche, las flores olvidadas, ahora amarillentas, emanaban una fragancia animálica alegre y profunda. Si la hora del día le daba ritmo a su perfume, entonces su naturaleza nunca cambiaba. Admirar esta obra de la naturaleza fue mi inspiración para imaginar el perfume de una manera diferente, jugar con sus elementos y cambiar sus efectos para hacerlo único y para siempre Jasmine. »

Juan Claudio Elena